jueves, 29 de septiembre de 2016

Trampolín (Cordial despedida)

Salté al frío en suspensión, respiré el recorrido del impulso que me catapultó tras las nubes de tus medias de nailon de azúcar. Recorrí las yardas de cal hasta tocar con la punta de mis yemas la superficie de la luna. 
Ingrávido en silencio bebí del líquido amniótico como un funambulista con insomnio y caí en picado con las uñas rojas de la impaciencia. 
Me robaste el despertador y la calma, te llevaste la maleta pero me dejaste tus recuerdos en la cama. El minutero en tu entrepierna y las horas perdidas dibujadas en el techo de mis pupilas casi sin pilas, agotadas y llenas del vacío frío espacial que te hace distante y tan jodidamente especial. 
Llévame contigo al interior del paréntesis donde nos conocimos, donde nos besamos tan largo como puntos suspensivos. 
Tan vivos...

Piscina sin agua.

1 comentario:

Nana dijo...

A veces caer a una piscina sin agua es lo mejor que puede sucedernos para darnos cuenta de la realidad que se escondía tras esos paréntesis...