domingo, 26 de agosto de 2012

Borracho

Volvimos a ver estrellas caer, aquella niña sostenía en su cometa la osa mayor. 
Y nosotros impasibles. 
Fue más fácil besar tus labios que leerlos.
Estambul está(s) tan lejos.
Me arrastró la obsesión de lo desconocido, de ahí mis siete vidas. 
Me muerdo de miedo los dientes. Impa-ciencia.
Tengo prisa por llegar tarde, la noche nos arde en las manos. Se nos va como la arena de tus dedos. Acabará siendo el resultado de la nada parida del pensamiento de un tarado.
lla
me
la
vi
da.

Sóloquieropasarlobien...




lunes, 20 de agosto de 2012

Poligamia musical

Mágico como el jazz improvisado en negro y blanco.
Con la pausa de la experiencia y la impetuosa velocidad del aprendiz.
Ojalá tuviera tantos dedos sobre ti como el pianista, no hay nadie mejor a la hora de abrir cajas fuertes.
Cinco largas cuerdas bombean silenciosas hacia el centro de la tierra. Apaga los ojos y enciende la noche. Voy a mantener el tiempo en suspensión recorriendo el bajo de tus piernas.
Se me olvidó respirar mientras me hablabas.
La trompeta de Miles arqueaba tu columna. Cayeron estrellas que ahora pintan nuestro cuerpo en forma de lunares, otro lunes fuera de los bares.
La cena cadáver y la timidez de nuestros cuerpos defenestrada por el saxo. Dejamos que el egoísmo famélico devorase nuestros restos y nos dedicamos una canción a compartir el aire.

Cerca, muy cerca.

Casi sin tocarnos.

A veces no hace falta hablar ni componer la letra de una canción.


A veces la canción eres tú.

sábado, 11 de agosto de 2012

Fue en Agosto

Hoy la ciudad se muestra inalcanzable, tan grande y vacía como los pulmones que despiden a un orgasmo. Así debe de ser un concierto dentro de un ataúd. Las palomas transmiten violentamente su adn sobre tejas desconchadas y las sirenas mutiladas gritan la misma cantinela a ras de asfalto. 
Parece que una espiral femenina juega dentro de las cortinas, algo me dice, pero sólo llego a sentir su aliento estival. 
Silencio en pie de guerra que no puedo romper, incluso el eco ha hecho las maletas. Las puertas abiertas esperan, gimen a punto de romperse. Llegaré tarde y tú no vendrás.
Escribiré tu nombre en tiza en la pared... volveré a las aulas donde dejé mi inocencia y esperaré a que tú pintes un corazón en la pizarra que tanto esquivé. Será la única clase en la que estaré atento.


Ya veremos

Allí y aquí, norte y sur, ojos verdes, azules, marrones, ojos de mentira que te miran, que te miman. Que se pegan cual imán y aman sin querer. Es como la necia inercia, cae casi sin energía, sin motivos, como ese beso que resbala entre una sonrisa kilométrica, distante y fría que llega casi rota a su destino. 
Aquí y allí, mentiras paralelas con dos a dos velas.