jueves, 22 de diciembre de 2011

Dying lights

Sólo medio sofá contempla cómo tirita la nevera, el tedio cedió y dejó calcetines sembrados en el salón. La televisión siempre encendida, es la que da vida a la habitación. Observo el frío desde el calor, separados por cemento, como las órdenes de alejamiento. Mis ojos congelan el momento aunque el reloj continúa su funesto movimiento, será cuestión de tiempo que el viento se lo lleve todo, incluidas las cenizas. 
Ahorcan luces para celebrar un nacimiento y yo, mientras, camino, sonrío y miento. Son las mismas luces que nos señalan el camino a casa de madrugada a los ebrios, a nosotros nos gusta ser llamados reyes magos y tan sólo vemos una, allá al final del camino, el portal de nuestra casa.
Sólo medio sofá contempla un mundo entero desde mi ventana, un mundo que poco a poco la niebla devora, será cuestión de horas. Tengo que salir, esta noche me toca ser rey mago.

lunes, 19 de diciembre de 2011

Open letter to Santa

Hola Santa.
Este año, siendo honesto, no creo que haya sido muy bueno, haciendo una sincera autoevaluación de mis actos no creo ser merecedor de ningún regalo. No quiero ni siquiera carbón, ni del dulce. No te pediré nada, solamente quiero que conserves, ni que me quites ni que me des, tan sólo que conserves.
Que conserves lo que tengo y que conserves mis recuerdos de lo que ya no tengo.
Sólo te pido eso, 


que nunca se vayan.

martes, 13 de diciembre de 2011

5

Oigo tragar agua a la garganta del cielo, la lluvia ya no llora, tan sólo cae sin un motor que encienda motivos, cae kamikaze y hace las paces con la distancia que la transformó en bala insípida.
Veo volar el viento desde la ventana, es el aire el mensajero de los suspiros que se engatillan en pechos hinchados y pozos profundos. 
Palpo tu pulpa, la siento palpitar y me hundo en tu mundo, es mi culpa. Con las manos manchadas de piel ajena y tráfico en las venas sigo mi camino a través de los ríos de la palma de tu mano.
Pruebo el sano tuétano hincando mis colmillos en la ansiedad de carmín, ya es tarde para olvidar la necesidad que me ha hecho esclavo.
Huelo el frío y suave tacto de otra noche que aparece como tantas veces, colándose por grietas de algodón y cremalleras traviesas, esperándome a la salida para agarrarme bien fuerte y no soltarme hasta que la ate a la entrada de otro bar.

Sigo sin tener un fin para nada, sin saber escribir the end al final y sin recordar dónde y cómo empezó aquello que me unió o separó de ti. 
Sigo sin poder escuchar a los demás, con la mirada perdida, el tacto inútil, desierto en boca y aire justo para...

jueves, 1 de diciembre de 2011

El cielo es mentira

Y ahí estaba, con los pies doblegados ante la inercia, sin energía, vacía, estrangulando una botella al compás de unos pasos perezosos que nada tenían que ver con sus latidos, incomprensiblemente nerviosos.
Las luces de los autobuses regalaban prostíbulos ambulantes a su vista, la noche seducía, siempre seduce, ya sea un lunes abortado del domingo fallecido o un viernes prometedor, siempre prometen. 
Y el tiro por la culata. Por beber tantos cubatas.
Ella borraba el mañana de madrugada, cerraba los ojos y sus pestañas barrían toda miseria y el agua salada que caía limpiaba los restos de cadáveres de ángeles frágiles que quisieron volar alto. 
"Allá arriba no hay bares, yo soy más bien de vuelo raso, me gusta respirar la tierra a toda velocidad y que los glóbulos rojos viajen más rápido que la chispa que da origen a mis intenciones" decía mientras apuraba esa botella moribunda.