viernes, 31 de julio de 2009

Lengua y oído

Vámonos de este antro.
La vi, me vio y me dolió.

Nos vimos y nuestros párpados se hincharon tanto que sentimos el abanico ocular del contrario a cada insignificante pestañeo. Sin necesidad de guerras y en bandos diferentes lanzamos flechas en parábolas que siempre acertaban.

Nos hablamos.

Cosquillas en esa carretera sinuosa llamada oído que siempre llega al orgasmo. Lindo el juego de la palabra en habitaciones ruidosas, linda su boca que dispara un aroma que engancha mi alma escamada con el anzuelo sin hueso y flexible, el mismo que quisiera anudar con el mío. Linda la mentira envuelta en brillante plástico que abro de camino a casa; caja vacía. Caja vacía que abro cada noche en busca de un aliento que dé música a este pentagrama escuálido, pálido, ávido de.

Píntate las uñas de los pies, mi lengua será roja.

sábado, 25 de julio de 2009

Tic, tac, tic, tac, tic, tac...

La noche se difuminó en témpera blanca y azul, una calle era oscura y en su paralela la luz del semen engendraba un nuevo amanecer. Los perdedores caminaban de vuelta y me preguntaba si aquella sombra negruzca que se aproximaba hacia mí iba más borracha que yo. La noche nos mintió de nuevo prometiendo una vida fugaz que lamería los extremos. El polo norte y el sur, la parte positiva y la negativa, jugó a pintarnos en blanco y negro, seríamos el bien y el mal entre un paréntesis de sábanas elevadas a infinito, tus bragas perdidas y unas velas recién muertas como último testigo de lo que fue un sueño ansiado y ahora una asquerosa realidad.
Mañana será otro día...Mañana será la araña quién me devore, será el tiempo que ha marchitado los colores. La esperanza (vida) son los párrafos que quedan sin escribir, abandonados en la almohada, trampolín de sueños sumergidos divididos entre lo que quisimos y lo que debimos hacer.La vida son restas consecutivas que llegan al cero inevitable mientras se balancean en la cuerda de la esperanza, cuerda endeble y flexible que se agrieta con el tic y con el tac, con el tic, y con el tac.

viernes, 24 de julio de 2009

Personalidad abrumadora

Se iba pero se quedó porque llegó una desconocida. Le saludó, y se sentó delante de él, provocando un sentimiento similar al que aparece cuando te dan un masaje. Sereno sentía cómo las invisibles huellas dactilares del placer recorrían pausadamente el espacio que rodeaban las costillas entre los pulmones y su espalda, haciendo eses desérticas que telegrafiaban sexo matutino. Ella, afanada en sus libros y él, él la desnudaba tirando del hilo que colgaba de su camiseta.

Libros

Si te abro como un libro me perderé en tu historia, tampoco quiero saber tu "érase una vez" sino entrar directamente en tu cama sin llegar a ser feliz ni a comer perdiz.

Zumo mental

El amor hace olvidar el sexo y el alcohol lo hace volver, me pregunto si existen los borrachos enamorados entre la turba de borrachos de amor. Los primeros afloran los días de diario y estos últimos lo hacen los fines de semana, el domingo descansan todos.

Todos menos los que se van al cine con sus respectivas.

Sólo quiero beber, fumar dejarlo todo pasar y mientras pasa disfrutar de la fruta recién cortada y también de la caduca que con el tiempo nos educa. Mirar a la diana de tus ojos sin miedo y dejar que leas que quiero dejar en tu cuerpo mi adn Antes De Nada y sobre todo ahora.

No quiero ser parte de la marea que nos va borrando el cuerpo lentamente ni del viento que erosiona mis tobillos. El olvido es la última página del libro de nuestra vida y así como toda herida cicatriza nosotros cicatrizamos con ella hasta el fin, sólo espero que mi herida sea bien grande.

Sólo quiero beber, fumar...

domingo, 19 de julio de 2009

De nuevo tarde. Tarde de nuevo.

Llegaba a casa como la niebla, impredecible, oliendo a lupanar, a tugurio, dando asco al sentido visual, era uno de los caídos del reino celestial. Miraba al cielo enojado, la luna creciente se reía, más que sonreía, de él. Las horas se acabaron camino a casa. Buscando motivos sin saber si aún seguían vivos entre las muecas del asfalto, vía láctea de microorganismos que madrugan para hacer el pan. "Toma, te regalo el litro". Golpe de suerte, futuro dolor de cabeza matinal donde las ganas de desaparecen mientras dormita un domingo en ascuas predecesor de la rutina monótona, mecánica, mo, me, mo, me, mo, me y vuelta a empezar.
"Mi mamá me mima". "Padre nuestro". "Ponme otra"...
El cataclismo contra el colchón con forma de cráter era inminente, y no dejaba de ser la rutina de fin de semana que sustentaba los motivos de encontrar la esencia encerrada en ese jarrón llamado
fe li ci dad.

sábado, 18 de julio de 2009

El ruiseñor

Salimos bajo la complicidad que nos proporcionaba la oscuridad una noche de verano sin sueño, paseamos por las entrañas del bosque y balanceamos nuestras piernas sentados en una rama junto a un ruiseñor que silbaba, solamente hacía descansos para llenar el vaso de whiskey y dar un suave beso al vaso. Mirábamos atravesando el bosque buscando paz y sosiego, dejamos atrás el ego aunque sabíamos que volveríamos a buscarlo luego. Tanta vida en silencio, tantos poros abiertos oteados por aquel ruiseñor como un oscuro faro alado. Miles de ramas pero sólo una en la que estábamos.
A veces elegimos, otras nos eligen y la mayoría de veces ni siquiera lo sabemos.
Salimos bajo un cielo apenas estrellado con ganas de bebernos la vida, deambulamos pos sucios bares en los que nos sentíamos como en casa, de pie o sentados siempre había una conversación, un cigarrillo a medias y, cómo no, un gran vaso de cerveza adornando nuestras manos con las que esgrimíamos en un mapa el plan perfecto para solucionar desde la crisis mundial hasta el once inicial del sádico deporte del cuero. Tanta gente gritando, tantos ojos absorviendo momentos regados en felicidad etílica de fin de semana, tantos vasos vacíos besados, y olvidados.
Siempre elegimos, siempre sabemos lo que hacemos, aunque nos equivoquemos.

lunes, 13 de julio de 2009

Es domingo

Triste domingo, despedidas, palmas blancas negando en el aire enseñan su vientre a los que se van hacia la soledad de las urbes infestadas. Sólo acompaña la temperatura estival casi a media noche, nadie transita y las calles desdentadas enseñan sus escasos coches de leche. Me despido de todo, de todos. Nadie por la calle. Tan sólo un par de manos agarradas caminan con el compás del cuadrúpedo delante de mí. Hoy no harán el amor.
El calor del verano no saca el mismo sudor en la cama que el jugo del invierno de colchón, pero en domingo no existen las estaciones, nunca las horas fueron tan semejantes entre sí, ni tampoco tan lentas. No existe el descanso y las iglesias lanzan el alma al espacio, vacío. Adiós. Digo adiós pensando en un nuevo aborto de semana que depara horas colgadas en un armario con bolitas de naftalina que tardan en desaparecer lo que tardáis en volver.
Tan lejos de ti, tan lejos de vosotros. Tan lejos de ti.

viernes, 10 de julio de 2009

Y todo a media luz...

Y la muerte se hizo presente con el viento golpeando las ventanas. Se había ido la luz en toda la manzana y nuestros ojos eran incapaces de replicar una chispa, en silencio y cabizbajos, unos sentados y otros de pie apoyados en el alféizar observando el indefenso reino de asfalto mientras iluminaban escasos centímetros de aire a base de caladas. El techo de la casa era inalcanzable, estaba decorado con nubes cargadas de humedad que oteaban desafiantes nuestras irrelevantes figuras. Los alaridos de la oscuridad extendieron su negra alfombra mientras la mirada muda. Volvimos a ser animales, volvimos a ver las estrellas desde un tercer piso de la ciudad.

Por escribir

Volvía de aquel bar que encontramos vacío. Alguien debió haber regado porque de repente crecieron un par de botellines de su barra, los dos cigarros en nuestras bocas surgieron sin más, con una premeditación que apareció por sorpresa.
Un fantasma me observaba desde el segundo piso que hacía esquina en aquella calle en cuesta. El bar comenzó a llenarse como los pulmones que surgen del océano tras una incursión sin ánimo de procrear. Allí no crecen flores, sólo las sirenas ven el plancton que adorna sus orejas.
Y nos fuimos con nuestro sexo. Dejamos a la gente con sus litros, sus risas y conversaciones.
Mañana será otro día. Me replico día tras día.